FNSI

Propone Gilberto Chávez un “enamoramiento” entre sindicatos y trabajadores

El tratado comercial entre Estados Unidos, Canadá y México (T-MEC) establece una serie de retos para el sindicalismo de nuestro país, los cuales deben ser transformados en oportunidades para un ejercicio responsable de la libertad sindical que permita el desarrollo entre los factores que integran el proceso productivo, aseveró el director general del Instituto de Posgrado en Derecho, Gilberto Chávez Orozco.

En su ponencia “Libertad Sindical ante Nueva Realidad del T-MEC”, en el marco del 51 Congreso Anual de la Federación Nacional de Sindicatos Independientes (FNSI), el especialista en derecho laboral destacó que el nuevo acuerdo comercial surge de la intención de Estados Unidos por extirpar las afectaciones que el libre comercio les ha traído en materia de inversión.

Explicó la importancia de comprender las causas que motivaron la revisión del tratado, “surge como consecuencia de los reclamos de la administración norteamericana, quejándose de que México se aprovechó del antiguo TLCAN para obtener beneficios significativos que desequilibraban la balanza comercial entre México y Estados Unidos. Y que esto era producto de que, en México, las condiciones laborales eran muy bajas”.

Dentro de esta revisión, se incorporó la parte laboral como pieza fundamental del acuerdo, pero no debe comprenderse como la intención del gobierno norteamericano por mejorar las condiciones de los trabajadores en nuestro país, “la intención de la unión americana no es favorecer y no es beneficiar a los trabajadores ni al sindicalismo, es extirpar las condiciones que a ellos les genera afectación en sus aspectos de inversión”.

Para las organizaciones sindicales es importante transformar el reto de la implementación de la normativa laboral mediante una hoja de ruta que permita generar nuevos paradigmas en la representación sindical en temas coyunturales como la legitimación de los contratos colectivos de trabajo, la extinción de los contratos de protección, la capacitación de los representantes sindicales y la ampliación de la oferta que los sindicatos puedan ofrecer a los trabajadores.

Hizo una alegoría entre una relación de pareja y la relación entre sindicatos y trabajadores: “Tenemos que enamorarnos entre trabajadores y sindicatos, tenemos que acrecentar lo que damos como sindicato a los trabajadores, para que esos trabajadores estén felizmente agremiados con nosotros, que este proceso de apertura de los contratos colectivos de trabajo, que hoy están bajo el rubro de contratos colectivos de protección, que ese proceso de apertura derive de un noviazgo clandestino a un matrimonio legalizado donde todos aporten lo propio”.

Las organizaciones sindicales deben ser garantes del ejercicio de la libertad gremial y no caer en la trampa del libertinaje sindical mediante el abuso de los mecanismos de sanción que establece el propio tratado comercial, por lo que urgió a sumar esfuerzos para evitar un perjuicio en las cadenas productivas y, por consecuencia, el riesgo de pérdida de fuentes de trabajo.

“Aprovechemos esta oportunidad de unirnos y vincularnos, no para que nos estemos peleando, sino para que todos estemos contra un mismo enemigo: las denuncias y quejas por denegación de derechos. Si lo hacemos, estamos revirtiendo la intención denostativa del gobierno norteamericano, de la administración norteamericana, y estaremos fortaleciendo nuestra condición como fuentes de trabajo, como fuentes de creación de empleos y como espacios donde generemos crecimiento y desarrollo”, concluyó.

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