La tercera ola del COVID-19 tiene en la mira a un grupo de población: los jóvenes.
Las nuevas cepas de la enfermedad han encontrado en los jóvenes y adultos de entre 16 y 45 años un campo fértil para multiplicarse, rompiendo así con el mito de que el COVID-19 solo afectaba a los adultos mayores y a personas con alguna comorbilidad.
La variante delta del COVID-19 es la que más preocupa y ocupa en este momento a las autoridades de salud, debido a su alta tasa de propagación que actualmente representa al 83 por ciento de los casos registrados en Estados Unidos.
Identificada por primera vez en la India, la cepa delta es una mutación que se multiplica rápidamente en el huésped, “para la mayoría de las personas que contraen esta variante, será el virus más grave que contraigan en su vida en términos del riesgo de tener que internarlos en el hospital”, mencionó Scott Gottlieb, ex comisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos.
La aplicación de vacunas y el relajamiento de las medidas sanitarias en países como Estados Unidos, ha detonado una gran movilidad del sector de población de entre 16 a 45 años en destinos turísticos nacionales e internacionales, entre ellos México.
El crecimiento en el número de casos en destinos como Cancún, Riviera Maya y Los Cabos, son un claro ejemplo de la fácil propagación de esta nueva cepa, lo que ha generado en una nueva ola de contagios que podría extenderse hasta el próximo mes de septiembre.
Otro aspecto importante es la vacunación, que en su primera etapa se enfocó a la población mayor y vulnerable, quienes ahora tienen una protección adicional, pero no definitiva, para encarar la tercera ola de contagios.
Los jóvenes y adultos que aún no reciben su cuadro completo de vacunación son susceptibles de contagio, con las consecuencias de un alto riesgo de tener que recibir atención hospitalaria.
La tercera ola en números:
- La edad promedio de los contagios es de 38 años (la anterior 44 años).
- La edad promedio de los hospitalizados es de 50 años (la anterior 59 años).
- La edad promedio de las defunciones es de 59 años (la anterior 65 años).
- Alrededor del 90 por ciento de los contagiados no cuenta con vacuna.
- Alrededor del 43 por ciento de la población mayor de 18 años ya tiene al menos una dosis de vacuna (38 millones de habitantes).